Conservación de habitats pascícolas en la montaña vasca

La utilización para el pastoreo de las partes altas de la montaña vasca se remonta a tiempos inmemoriales, como lo atestiguan los dólmenes y otros restos arqueológicos que se observan en estas zonas. Ese uso da lugar a un característico paisaje de landas abiertas, en el que convergen multitud de usuarios en la actualidad: montañeros, pastores, cazadores, etc.

Los pastos montanos vascos están formados por un mosaico dinámico de hábitats y especies de alto valor para la conservación de la biodiversidad en Europa. Estos espacios dependen de una gestión activa ligada al uso ganadero, por lo que el progresivo declive del pastoreo es la principal amenaza que se cierne sobre su conservación.

Los servicios asociados a los pastos de montaña son múltiples: productos derivados de la ganadería (queso, carne…), un paisaje genuino, el mantenimiento de procesos ecológicos básicos, o valiosos elementos culturales materiales e inmateriales. La revalorización y socialización de estos servicios es fundamental, así como el reconocimiento de la labor de la actividad ganadera como gestora de estos ambientes.